"Y el demonio dijo a sus ángeles: "Cread confusión en la tierra. Que nadie sea feliz. Sembrad miedo, angustia, rabia y depresión en Jerusalen, en Judea y en todas las partes de la tierra que podáis. Porque, a donde yo voy, quiero que vayáis vosotros delante".
Y uno de los ángeles, cuyo nombre era Acusación, se instaló en los fértiles valles del río Ohio. Allí empezó a enseñar estos mandamientos:
1º.- Nunca te equivocarás.
2º.- Te pondrás de mal humor cuando las cosas te salgan mal.
3º.- Acusarás a tu vecino como a ti mismo.
4º.- No te amarás, ni te perdonarás, ni te aceptarás a ti mismo.
5º.- Esperarás que las cosas sean siempre distintas de como son.
6º.- Buscarás el amor y la aprobación de los otros en todo lo que hagas.
7º.- Evitarás enfrentarte con las dificultades de la vida, teniendo siempre presente que no puedes cambiar porque estás atrapado en tu pasado.
8º.- Te preocuparás por todo lo que te fastidie.
9º.- Aguardarás tranquilamente a que la felicidad llame a tu puerta.
10ª.- Harás que tu felicidad dependa principalmente de los otros.
Acusación enseñó todas estas cosas a la gente de los valles, y la gente creyó en él. Acudieron en gran número, escucharon sus palabras y creyeron; de modo que la tierra se llenó de miedo, angustia, rabia y depresión"
Richar L. Masón.
Tomado del libro de Sue Atkinson "Salir de la depresión" Ed. San Pablo.
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