jueves, 19 de enero de 2012

UN HOMBRE, SU CABALLO, SU PERRO Y EL CIELO

Un hombre,su caballo y su perro caminaban por una calle.Después de mucho caminar, el hombre se dio cuenta de que los tres habían muerto en un accidente.
            Hay veces que lleva un tiempo el que los muertos se den cuenta de su nueva condición.La caminata era muy larga,cuesta arriba,el sol era fuerte,y los tres estaban empapados en sudor y con mucha sed. Precisaban desesperadamente agua. En una curva del camino, avistaron un magnífico portón de mármol que conducía a una plaza calzada con bloques de oro,en el centro de la cual había una fuente de donde brotaba agua cristalina. El caminante se dirigió al hombre que desde una garita cuidaba de la entrada.
          - Buen día,dijo el caminante.
          - Buen día,respondió el hombre.
          - ¿Qué  lugar es ese tan lindo?-preguntó el caminante.
          - Esto es el cielo,fue la respuesta.
          -¡Qué bueno que hemos llegado al cielo,estamos sedientos!-dijo el caminante.
          - Usted puede entrar a beber agua a voluntad - dijo el guardián,indicándole la fuente.
          - Mi caballo y mi perro también tienen mucha sed.
          - Lo lamento mucho -le dijo el guarda-. Aquí no se permite la entrada de animales.
           El hombre se sintió muy decepcionado, porque su sed era grande. Pero él no bebería, dejando a sus amigos con sed. De modo que prosiguió su camino. Después de mucho caminar cuesta arriba, con la sed y el cansancio multiplicados, llegaron a un sitio cuya entrada estaba marcada por un viejo portón semiabierto. El portón daba a un camino de tierra,con árboles a ambos lados que daban sombra. A la sombra de uno de los árboles,un hombre estaba recostado, con la cabeza cubierta por un sombrero. Parecía dormir.
          - Buen día -dijo el caminante.
          -Buen día -respondió el hombre.
          - Estamos con mucha sed, yo, mi caballo y mi perro.
          - Hay una fuente en aquellas piedras -dijo el hombre indicando el lugar -.Pueden beber a voluntad.
           El hombre,el caballo y el perro fueron hasta la fuente y saciaron su sed.
          - Muchas gracias -dijo el caminante-,¿cuál es el nombre de este lugar?
          - Cielo -respondió el hombre.
          - ¿Cielo? ¡Pero si el hombre de guardia junto al portón de mármol me dijo que allí era el cielo...!
          - Aquello no es el cielo,aquello es el infierno.
           El caminante quedó perplejo.Pero entonces dijo el caminante.
          - Esa información falsa debe de causar grandes confusiones.
          - De ninguna manera -respondió el hombre-. En realidad, ellos nos hacen un gran favor,porque allí se quedan los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos.

Enviado por Kuentero

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