lunes, 23 de enero de 2012

¿Hay alguien ahí? Luz al otro lado de la línea

 

TELÉFONO DE LA ESPERANZA

Diez personas ya se han interesado por formar parte del nuevo equipo del Teléfono de la Esperanza que se va a empezar a formar en Bilbao. Empatía, cordialidad, comprensión y altruismo son algunas de las cualidades que deben acompañar a los voluntarios

¿Hay alguien ahí? Luz al otro lado de la línea

Fátima Montenegro

Nerea Sánchez /  Suena el teléfono. Descuelga Fátima, una voluntaria capaz de iluminar de optimismo el camino de quienes atraviesan un momento de crisis. Ella es una de las responsables de la próxima puesta en marcha del Teléfono de la Esperanza en Bilbao. Una de las personas que se encontrará al otro lado de la línea para brindar su apoyo, comprensión y escucha a quienes lo necesiten. Para aportarles esa "chispita" que vuelva a dar luz a esos problemas entre tanta oscuridad.
El Teléfono de la Esperanza es una ONG de servicio integral y gratuito para las personas que atraviesan una situación de crisis emocional, tanto personal como familiar o psicosocial. Pero además promueve y fomenta sociedades sanas emocionalmente. Consiste en un número de teléfono, que se encuentra a disposición de la ciudadanía, para que la persona afectada pueda desahogarse contando sus problemas, de forma anónima. Una escucha activa que cobra importancia en época de crisis. "El objetivo principal es despertar en esas personas su capacidad para salir adelante", asegura Fátima.
Formación de  voluntarios
El próximo día 17 de enero tendrá lugar en la sede de Bolunta (C/ Ronda s/n) el primer encuentro. En él, se dará a conocer la asociación y su funcionamiento, para poder empezar a formar un equipo de voluntarios capaces de atender el teléfono. Para ello se requieren personas involucradas e interesadas en movilizarse con el fin de lograr su difusión y gestión.
Pero hasta que empiece a funcionar la línea, pasará un periodo de formación que durará aproximadamente un año y medio. "Esta etapa es de vital importancia ya que tienes que sacar fortaleza de tí mismo para poder dársela al de enfrente", explica.
Cursos elaborados por psicólogos
A finales de marzo o primeros de abril se empezará con el primer curso de formación. En total son tres: conocimiento de uno mismo, crecimiento personal y un seminario de relación y ayuda para aprender a facilitar esa escucha activa a los demás. Y además, los cursos son gratuitos.
"Están elaborados por psicólogos. Consisten en un  fin de semana completo de curso intensivo de jueves por la tarde a domingo en la que se trabaja material teórico-práctico. Y después hay reuniones semanales durante doce semanas, para trabajar material que se deja a cada persona con el fin de que reflexione en su casa y después se haga una puesta en común", añade Fátima. Para ella, asistir a estos cursos es una "sensación de descubrirte a ti mismo".
"Necesitamos voluntarios comprometidos"
Hasta el momento hay una decena de interesados pero animan a que se apunten muchos más ya que el mínimo de personas para la puesta en marcha del teléfono es de veinte. "Necesitamos voluntarios comprometidos porque hacer sociedades sanas hace que todos vayamos un poco más alegres por la vida", dice.
Pasado este periodo de formación, el teléfono podrá adquirir una identidad, unos dígitos concretos, y un servicio que dar las 24 horas del día los 365 días del año.
Atención personalizada en la sede del Teléfono de la Esperanza
Cuatro serán sus líneas de actuación. La primera estará dirigida a las personas en situación de crisis. Para ello pondrán a su disposición el teléfono, pero además también contarán con una atención personalizada en la sede, por medio de la cual serán atendidos por psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, abogados...
La segunda línea de acción consistirá en la promoción de la salud emocional. Esto lo realizarán a través de cursos, talleres y grupos de desarrollo personal. El objetivo de estas actividades es que la persona conozca sus propios recursos y aprenda a cómo desarrollarlos para afrontar mejor las situaciones difíciles.
Enseñar a las personas a ayudar es la tercera de las vías de actuación. "Todos los voluntarios/as tienen que recibir una formación de cómo ayudar a los demás sobre todo en situaciones de crisis. Primero ayudándose a ellos mismos y luego a los demás", puntualiza. Sus cualidades como voluntario/a deben ser la empatía, cordialidad, comprensión, solidaridad y altruismo, entre otras.
La cuarta y última línea de acción se centra en la cooperación al desarrollo. Consiste en abrir otros centros del teléfono de la esperanza en países de Latinoamérica. Actualmente ya está presente en 11 países.
"Este verano pasado -explica Fátima- salía en prensa una noticia alarmante: el número de suicidios supera a los muertos por accidente de tráfico. ¿Qué está fallando en la sociedad? Muchas de las llamadas que se reciben son por este motivo y en estos casos, la persona que descuelga el teléfono se convierte en su último apoyo. Por lo que tiene que saber escucharle y ayudarle a descubrir en sí mismo aspectos positivos. Si lo logras, te quedará una sensación enorme de haber salvado una vida ".
Antecedentes en Bilbao
A día de hoy, un total de 1.800 voluntarios forman parte de la plantilla del Teléfono de la Esperanza a nivel estatal. En Bilbao, según asegura Fátima, este servicio tuvo una importante trayectoria, ya que estuvo activo casi durante 40 años gracias al sacerdote franciscano Jesús Biain. Sin embargo, el hombre murió a finales de 2010 y nadie siguió con su labor. "Es cierto que no operaba como lo haremos nosotros. Pero el fin era el mismo: escuchar a gente que necesita que le escuchen", señala.
Ahora solo queda esperar a que Bilbao vuelva a contar con la señal de la esperanza, con el teléfono solidario por excelencia. Y aunque cada provincia tiene su propio número, existe un número único: 902 500 002. Por el momento, quien esté interesado en participar en la puesta en marcha de este servicio en Bilbao puede informarse llamando al 644 514 414. En el Plan estratégico planteado para 2011-2015 está presente, además, desplegar un servicio a través de las redes. Éste será el siguiente reto del Teléfono de la Esperanza.

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