miércoles, 25 de julio de 2012

El T. E. me ayudó a encontrar ilusiones al morir mi hijo y ahora yo escucho a las personas en crisis

 

Foto de El T. E. me ayudó a encontrar ilusiones al morir mi hijo y ahora yo escucho a las personas en crisis El Teléfono de la Esperanza cuenta desde el pasado mes de abril con un grupo de nuevos orientadores, voluntarios que cubren los turnos de escucha para atender a las personas en situación de crisis que marcan nuestro número en demanda de ayuda. Una de ellas, Consuelo Cuevas, es una persona especialmente fuerte por el terrible golpe que le dio la vida hace casi cuatro años. Consuelo cuenta aquí que le ocurrió, como ha ido reconstruyendo su vida y su felicidad poco a poco y con que fuerzas afronta los problemas de los llamantes.

- ¿En qué situación llegaste al teléfono?
Llegué totalmente derrotada porque había perdido a un hijo con 27 años de la forma más brutal. Era oficial de la Policía Nacional y el 12 de octubre de 2008 cogió su pistola y decidió acabar con su vida. Hay que respetar la decisión que tomó. El día 13 mi marido y yo llegamos al cortijo y lo encontramos muerto. No entiendo como llegó a eso cuando era un chico luchador y con proyectos de vida. Era muy vocacional, adoraba la Policía Nacional y estaba estudiando Criminología. Yo no entiendo como llegó a ese final y resultó que él, que tenía su pareja de cuatro años en Madrid, tenía otra relación. Había conocido a un chica que era compañera de trabajo, casada y con un hijo. Conociendo a mi hijo eso iba en contra de sus principios y entiendo que se enamoraron locamente. La chica tendría sus problemas y no sé lo que pasó. Lo único que sé es que él le mandó tres mensajes muy fuertes al móvil de ella en los que le decía que le hacia responsable de lo que iba a ocurrir porque le había derrotado anímicamente y le había tratado como a un perro. Como la relación era en secreto, ella no aviso a ningún compañero de la Policía porque pensaba que no lo iba a hacer. Se le escapó de las manos.

-¿La chica tomó un criterio profesional de restarle importancia?
Claro. Ella se confió en que era un chico muy fuerte y muy vital no lo haría. Yo no sé que es lo que pasó entre ellos, pero si sé que ella tiene un sentimiento de culpabilidad muy grande y no deja de llevarle rosas rojas al cementerio. Si hubiera acudido, él estaría en esta vida, pero estaría de Dios o lo que fuera.... y ya no lo tengo en esta vida. Lo que si quiero decir es que estoy como estoy gracias al Teléfono de la Esperanza.

- ¿Cómo contactaste con el teléfono?
Una psicóloga de la Policía Nacional nos vio hundidos a toda la familia y nos recomendó que acudiéramos al Teléfono de la Esperanza. Somos de Granada y me atendieron allí rápidamente gracias a que intervino Julia Alonso, la vicepresidenta del teléfono de Málaga. Nos aconsejaron que hiciéramos un cambio de residencia y nos vinimos a Málaga dejando en Granada lo que tenemos allí de toda la vida.

- ¿Qué cursos has hecho?

Aquí en Málaga hice los cursos de Conocimiento de sí Mismo, Crecimiento Personal, Taller de Duelo, y Pensamiento Positivo después la formación de agentes de ayuda y por último estoy ya atendiendo al llamante. Mi hija también ha hecho varios cursos. Con todo esto yo respiré. Son unos cursos muy bien estructurados, Juan Sánchez tiene una gran vitalidad y el seguimiento es muy positivo por el grupo de personas con las que compartes.

- ¿Que encontraste para ganar vitalidad?
En el seguimiento de los cursos no podía hablar, pero observaba y escuchaba todos los problemas de las personas. Está claro que fui una esponjilla, absorviendo de los problemas de los demás y fui endureciéndome, reforzándome ....y buscando ilusiones en la vida porque yo soy el pilar de la casa y no podía derrumbarme. ¿Qué pasaría con mi esposo y mis otros dos hijos si me hubiera derrumbado?. Tengo que decir que para mí el seguimiento (de Conocimiento de sí Mismo y Crecimiento Personal) fue una bendición. Aquí está todo abierto a las personas que necesitan ayuda, cada uno expone su problemas y hay muchísimo respeto a todos. Eso me ha encantado. Hay respeto, humildad y saber estar. El grupo que me tocó es ideal: Mari Carmen Arco, Toñi Hevilla, Paco Amores, José Antonio Molero...un grupo buenísimo, sólido y con peso.
- ¿Con qué actitud escuchas a las personas que llaman?
Cojo con mucho respeto todo lo que me dicen, pero no me supera nada porque lo mí es muy fuerte. Tengo una fuerza interior que ojalá me dure para siempre. Mi hija me lo dice. Yo no sé si la fuerza la recibo de alguien, de mi hijo...a veces no me lo explico. Y fíjate que cuando se suicidó mi hijo quise dominar la situación y le decía a mi marido "Pepe, que José a muerto". Bajé las escaleras como flotando y cogí a mi hijo por los hombros encontré como una energía, una fuerza y jamás había visto a mi hijo con esa cara de paz. Como si me dijera "Mamá, no te preocupes que he descansado". Esa cara de felicidad se me ha quedado en la retina y mi marido también lo comentó. A veces me pregunto quien me dio a mi fuerzas en ese momento.
- ¿Eres una personas creyente?
Sí, sí, por supuesto. Sé que hay algo detrás de mí y me está dando empujones. Eso está clarísimo. Yo soy muy creyente. No sé si eso me da fuerzas pero la verdad es que es así. A veces me ocurren cosas que no sé si son casualidad o es que alguien me las ha preparado así. La chica me preguntó si podía hacer el funeral como a él le hubiera gustado y le dije que sí. Vinieron todos los compañeros y jefes y lo llevaron vestidos de gala hasta la bóveda.
- ¿Qué ofreces a los que demandan ayuda?
Tengo sentimientos buenos y ofrezco mi preparación, mi bondad y mí manera de ser y noto que empatizo muy pronto con el llamante. Noto que se encuentra a gusto hablando conmigo. Las personas quieren que se les escuche y si hay temas fuertes, están los profesionales. Son gente que necesitan ayuda, calor y cercanía.

1 comentario:

Unknown dijo...

¡¡¡Olé por ti Consuelo!!! que has conseguido seguir viviendo con el dolor mas grande que una madre puede tener. Pienso que Dios en los momentos duros, siempre deja una ventana abierta, para ti, me parece, ha sido el Teléfono de la Esperanza y la capacidad que has recibido para ayudar a otras personas. Te felicito. Adelante.
Isabel (Teléfono de la Esperanza de Córdoba)