Escribió lo siguiente: “Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias, para decidir su propio camino”.
Yo, al verte sonreír,
soy el niño que ayer fui.
Sí, yo velo por tus sueños,
el miedo no vendrá,
y, así, sabrás lo bello que es vivir.
Caen mil lágrimas al mar.
Tú no me verás llorar,
y es que solo tu alegría
amansa mi dolor,
y, así, yo sé lo bello que es vivir
Sí, mi corazón siempre estará
donde esté tu corazón
si tú no dejas de luchar.
Y nunca pierdas la ilusión,
nunca olvides que, al final,
habrá un lugar para el amor.
Tú no dejes de jugar,
no, no pares de soñar,
que una noche la tristeza
se irá sin avisar,
y, al fin, sabrás lo bello que es vivir.
Que una noche la tristeza
se irá sin avisar,
y, al fin, sabrás lo bello que es vivir.
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