La trágica muerte del fraile que creó el Teléfono de la Esperanza en Sevilla
Se cumplen cuarenta años de la muerte en accidente de tráfico del religioso que legó a Sevilla la Ciudad de San Juan de Dios
ABC Portada del día de la muerte de Fray Serafín
Así contó ABC de Sevilla la muerte de fray Serafín
Una foto a toda página en la portada de ABC de Sevilla de hace hoy 40 años anunciaba la tragedia: fray Serafín Madrid, religioso de los hermanos de San Juan de Dios, había muerto en un accidente de tráfico. «Fray Serafín creyó en los sevillanos y éstos confiaron en él», destacaba la crónica del suceso. La vida de este religioso era la historia de un hombre dedicado a los más desfavorecidos y volcado con Sevilla. Fundador de la Ciudad de San Juan de Dios y del Teléfono de la Esperanza, fue además inventor de un dispositivo para avisar de un accidente de tráfico en la carretera -ironías del destino, esa es la forma en que él mismo encontraría la muerte- o de mapas iluminados de las ciudades que habrían de ponerse en farolas y postes para orientar a los ciudadanos.
Tan fructífera vida, cuenta la noticia de su muerte, tiene sentido en la entrega que de su tiempo hizo para con los más desfavorecidos. «Era la suya una idea fija», cuenta el ABC del día de su muerte. «Los niños, los jóvenes, todos quienes extendieran la mano inocente con expresión de suplicar constituían su objetivo». Y de esa obsesión, de esa idea fija de la que habla la crónica surge, tras un periodo en Suramérica, la idea de mejorar la vida de los más jóvenes sevillanos.
Entregado con la ciudad, publicó con ABC un número para financiar su Ciudad de San Juan de Dios
La primera tarea de fray Serafín en la ciudad fue la de mejorar las instalaciones del Sanatorio de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder en la avenida de Eduardo Dato. Levantó nuevas naves, modernizó las instalaciones y amplió su capacidad. No contento con eso, creó la Escuela de Formación Profesional. Si el Sanatorio daba ayuda física a los enfermos, la Escuela venía a dar formación a quienes su enfermedad les permitiera desarrollar una vida completa. Y, por último, para no depender de la caridad, fundó la Compañía de Seguros de San Rafael, que le daba a la institución fondos para su sostenimiento.Pronto el Sanatorio se le queda pequeño. La ambición por hacer más le puede y monta una publicación en colaboración con ABC para sufragar los gastos de su mayor obra: la Ciudad de San Juan de Dios, hospicio y centro de ayuda y formación a los niños y jóvenes sito en Alcalá de Guadaira. Éxito rotundo, las instalaciones se inauguraron en junio de 1970.
El Teléfono de la Esperanza.
De mente inquieta, fray Serafín Madrid se embarca en un nuevo proyecto. Quiere dar a los desesperados un medio para aliviar sus penas. Y crea en Sevilla el Teléfono de la Esperanza. Este servicio acude en socorro de toda clase de necesitados: drogadictos, mujeres al borde de la prostitución, jóvenes con problemas... Tal es el éxito de la iniciativa que pronto se pone en marcha en varias capitales de España. Y hasta eso se le queda chico, puesto que en el extranjero también copian la idea.
Después de buscar el auxilio para el cuerpo en su Sanatorio, de los niños en la Ciudad de San Juan de Dios y del alma en el Teléfono de la Esperanza, la mala fortuna de un accidente de tráfico en la carretera que une Sevilla y Málaga acabó con su vida un 27 de septiembre de 1972. Cuarenta años después, Sevilla le recuerda aún con una estatua en el bulevar central de la Gran Plaza. Pero sobre, todo, con las obras que dejó en la ciudad donde se convirtió en una institución.
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