sábado, 27 de octubre de 2012

El ABC entrevista al presidente del Teléfono de la Esperanza

 Foto de El ABC entrevista al presidente del Teléfono de la Esperanza

Entrevista a Juan Sánchez Porras, presidente del Teléfono de la Esperanza en España.

Psicólogo y pedagogo, sostiene que la crisis destapa valores que se desconocían. Cree que el Teléfono de la Esperanza se justifica con haber podido salvar una sola vida ensus 40 años de existencia

«El paro está provocando un sentimiento de culpa y de vergüenza social»

CODINA.ABC

MÁLAGA

–¿Cómo ha afectado la crisis al servicio que presta el Teléfono de la Esperanza?

–Las llamadas han aumentado entre un 15 y un 20 por ciento (en 2011 se recibieron casi 126.000). La crisis es un conflicto que supone tensión, desequilibrio, ruptura. Y si hay otros problemas anteriores, se hace mayor.

–¿Cómo está la salud emocional de la gente?

–Hay mucha tensión. Hay un contagio enorme de desencanto, de desesperanza y de pesimismo porque se piensa que la situación va a ir a peor. Sólo hay que mirar los medios de comunicación, donde la crisis se manifiesta continuamente. Los medios tendrían ahora una labor importante en crear esperanza, ilusión, lanzar mensajes optimistas. Estamos ávidos de algo que nos ilusione, como un partido de fútbol. Las crisis son situaciones de cambio, y se puede pensar también que la gente puede mejorar su vida, que a veces se trata de una oportunidad.

–¿Pero qué hacemos?  Los problemas están ahí.

–Sí, la situación es grave. Hay muchos pensionistas que están soportando la crisis, hijos que vuelven con sus familias y las pensiones son insuficientes.El otro día me decían que las clases medias eran los nuevos pobres educados.ONG como Bancosol están atendiendo a gente que antes era impensable que estuviera en una cola para recibir alimentos. El paro no es sólo la situación económica, está provocando también un sentimiento de culpa y de vergüenza social y una falta grande de autoestima. Hay casos en los que el parado no quiere que la familia de su cónyuge se entere de que no tiene trabajo. Y si el ambiente familiar es equilibrado, se puede compartir y encontrar comprensión.

–¿Se reacciona a la crisis con empatía hacia los demás o con egoísmo?

–Se dan ambas cosas. Creo que hay un momento de crecimiento personal. Hay mucha situación empática porque la gente sabe, comprende y le duele lo que le pasa al de al lado. El que está en paro está mal, pero el que está trabajando ve su situación inestable. Si existen valores, se acrecientan y hay solidaridad con el que está al lado, pero las crisis también puede provocar a

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