El Teléfono de la Esperanza de Badajoz y Cáceres atiende miles llamadas de personas que buscan que alguien les escuche, "una destreza que cura" y que aplica un centenar de voluntarios las 24 horas del día
Una voluntaria del servicio atiende una llamada, ayer.Foto:SANTI GARCIA
El presidente (izq.) y voluntarios del Teléfono de la Esperanza pacense, ayer.Foto:SANTI GARCIA
G. MORAL 16/11/2011
María --nombre ficticio-- se siente sola, ha ido cumpliendo años y su círculo de amistades se ha ido ocupando de formar una familia. No tiene amigos y cree que su vida carece de sentido. Francisco --también nombre ficticio-- siente la misma angustia, aunque en su caso es la falta de trabajo y el temor de no encontrar nada lo que le agrava su estado emocional. No sabe como podrá seguir manteniendo a su familia.
Para encontrar el apoyo y el ánimo que ambos necesitan solo han tenido que levantar el teléfono y al otro lado han encontrado más de 120 voluntarios dispuestos a empatizar con ellos, escucharles y abrir sus horizontes. Y es que "hablar cura y el desahogo es un beneficio", asegura el presidente del Teléfono de la Esperanza de Cáceres, Manuel Femia.
Este servicio se ofrece desde Cáceres, Badajoz, Mérida y Almendralejo a todos los extremeños y está disponible las 24 horas del día, durante los 365 días del año, con el primer objetivo de ser escuchado, "que es lo que necesita la gente", dice una orientadora del servicio. "El primer problema por el que recurren a nosotros es la soledad, pero también hay mucha gente que no puede contar determinadas cosas a su familia y aquí tienen la seguridad de que encontrarán desahogo, sin juicios ni consejos, y eso cuando se está sufriendo una crisis emocional es muy importante". De hecho, hay expertos de la salud mental que aseguran que la carencia de una escucha profunda en la infancia es el origen de muchos de los trastornos psicológicos y psiquiátricos que se manifiestan más tarde.
Con el objetivo de evitar esto y mejorar la salud emocional de los ciudadanos, ayer se celebró el Día de la Escucha, que pretender concienciar a la población de algo tan sencillo como escuchar a los demás, la primera misión del Teléfono de la Esperanza. En Badajoz este servicio nació en 1973 y fue el cuarto teléfono que se creó en España, --el primero fue en Sevilla en 1971--. Desde entonces la problemática de la población que se refugia en este servicio de apoyo ha variado mucho. "Somos el termómetro de la sociedad", dice el presidente del Teléfono de la Esperanza de Badajoz, José Teófilo Martín. "Llevo 20 años aquí, y antes la gente llamaba por temas de drogas, era la época de la heroína, y se notaba; ahora queda muy poco de eso y los problemas se centran en adicciones, anorexia, suicidios... y especialmente se nota recientemente el impacto emocional de la crisis económica", señala Martín, que asegura que están detectando un nivel de ansiedad muy elevado últimamente. "Incluso nos llama gente que mantiene su trabajo pero duda de si seguirá siendo así en el futuro, e incluso tenemos llamadas de niños".
La gente llama para hablar, para que alguien le acompañe unos minutos en su problema y le oriente, si es el caso. "Nosotros no damos consejos, estamos para empatizar con la gente y darles orientación para que recuperen el protagonismo de sus vidas, porque la solución a los problemas está en cada uno", explica el presidente del Teléfono en Cáceres, Manuel Femia.
En Cáceres el servicio lleva funcionando cinco años y ya tienen 47 voluntarios --80 en la provincia de Badajoz--, que trabajan altruistamente en turnos de tres horas durante el día y de once horas durante la noche, el momento más duro de la jornada. "La gente busca el amparo de la noche para abrirse. Hay noches que no nos levantamos de la silla", dice una orientadora. Este servicio de escucha es totalmente anónimo y sus voluntarios antes de atender cada llamada que se recibe han pasado un periodo formativo de dos años, que convierten el telefóno en un servicio profesional. La formación es básicamente psicológica y muy necesaria no solo para lograr empatizar con el usuario, sino también para poder valorar aquellos casos que necesitan ser derivados a otros servicios de psiquiatría o psicología que también ofrecen gratuitamente, y para orientar a los usuarios.
Y es que, además de atender miles de llamadas al año --Cáceres no registra sus datos, pero Badajoz espera cerrar el año con 12.000 llamadas--, ambos Teléfonos de la Esperanza disponen de forma gratuita de asesoramiento jurídico, consultas profesionales, multitud de actividades y cursos formativos.
Para acercar más la labor altruista que realizan desde hace años, estas oenegés en la región, que forman parte de una red internacional, celebraron ayer actos para conmemorar el Día de la Escucha y festejar los 40 años de existencia de este servicio que ha recibido más de cuatro millones de llamadas. En Badajoz se representó una adaptación, "pasada por el Teléfono de la Esperanza", de la obra de Yerma y ayer tuvo lugar unas jornadas de puertas abiertas en el centro. En Cáceres se celebró una conferencia a cargo del psicólogo del servicio sobre los valores y la autoestima.
1 comentario:
Me parece encomiable vuestra labor altruista, muchas gracias por estar ahí.
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