El pasado año, los voluntarios del Teléfono de la Esperanza atendieron 1.567 llamadas de personas que querían quitarse la vida
En 2012, los voluntarios de los Centros del Teléfono de la Esperanza en España atendieron 99.825 llamadas. En 1.567 de ellas, los llamantes manifestaron de forma explícita su intención de querer quitarse la vida. Las llamadas con contenido suicida suponen, por tanto, un 1,57% del total de llamadas recibidas en los Centros que el Teléfono de la Esperanza en 25 provincias españolas. En 2011, estas llamadas con contenido suicida alcanzaron la cifra de 1.210, lo que significó el 1,25% del total de llamadas atendidas.
De las 1.567 llamadas con contenido suicida, un 3,2% (50 llamadas) las realizaron personas que estaban llevando a cabo un intento de suicido en el momento de la llamada. Personas que estaban sometidas a una crisis emocional y habían decido suicidarse como salida a la misma, fueron las responsables del 18,7% de las llamadas (293). Y en un 78,1% de los casos (1.224) se trataba de personas en crisis ideando la posibilidad del suicidio.
En el estudio del perfil de los llamantes que amenazan con quitarse la vida, una mayoría de ellos, el 73,88%, no mantienen en esos momentos ninguna relación sentimental o de pareja lo cual apunta a una relación muy estrecha entre la soledad y el suicidio. Se trata de personas solteras en el 45,86% de los casos, separadas o divorciadas en el 23,75%, y viudas en el 4,26% de las ocasiones.
Por el contrario, el 16,95% de las llamadas con contenido suicida fueron realizadas por personas casadas, y el 2,87% por llamantes que tenían una pareja de hecho. En el 6,2% de las ocasiones el llamante prefirió no dar detalles sobre su estado civil.
En cuanto a la edad de las personas que llaman en el momento de llevar a cabo el intento de suicidio (inmediatamente tras ingerir un bote de pastillas, por ejemplo), la mayoría tiene entre 35 y 44 años (32% de estas llamadas). El 20% de los llamantes con un suicidio en curso se encuentra en el grupo de 45 a 54 años; un 16%, entre 25 y 34 años, otro 16%, entre 55 y 64 años; mientras que los grupos de hasta 25 años y a partir de 65 años representan cada uno un 4% de las llamadas avisando de un intento autolítico.
Las llamadas con contenido suicida son efectuadas en el 64% de las ocasiones por mujeres y en el 36% por hombres. Este dato evidencia que en situaciones de crisis emocional a las mujeres les cuesta menos solicitar ayuda psicológica, mientras que a los hombres les produce más vergüenza reconocerse necesitados.
Aunque las mujeres intentan suicidarse con una frecuencia mayor que los hombres, éstos consuman el suicidio en una proporción entre tres y cuatro veces mayor que ellas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que “el suicidio no es sí una enfermedad, ni necesariamente la manifestación de un enfermedad, pero los trastornos mentales son un factor muy importante asociado con el suicidio”. En este sentido, la OMS (año 2000) estima que el riesgo de suicidio en personas con alteración de su estado emocional, principalmente depresión, (trastornos del humor) es entre el 6 y el 15%; con esquizofrenia, entre el 4 y el 10%; y con alcoholismo, entre el 7 y el 15%.
En España, el suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte no natural, lo que deja la trágica estadística de que cada día diez personas se quitan la vida en nuestro país.
Estamos hablando solo de suicidios consumados, ya que los intentos, frustrados conscientemente o por intervención ajena, y los parasuicidios (conductas de riesgo al volante, ingesta de drogas y alcohol, no prevención en el contagio de enfermedades infecciosas, autolesiones, accidentes inexplicables, etc.), que no contabilizan como suicidios consumados, representan unos 50 casos por cada uno especificado como realizado voluntariamente.
Las terribles noticias que nos vienen informando de personas que, poco antes de ser desahuciadas, deciden quitarse la vida debido al intenso sentimiento de desamparo y al estado de profunda crisis emocional, nos aconsejan recordar a la sociedad española que el Teléfono de la Esperanza ofrece un servicio permanente y gratuito de Orientación por teléfono para abordar de forma urgente, anónima y especializada las situaciones de crisis. Este servicio, que funciona las 24 horas del día, durante los 365 días del año, está atendido por voluntarios especializados en la escucha y formados para activar las capacidades de las propias personas para superar sus problemas.
Además del servicio permanente de Orientación por teléfono, nuestra Asociación ofrece asesoramiento e intervención profesional en entrevista personal. Este servicio es prestado por un equipo multidisciplinar formado por psicólogos, psiquiatras, abogados, trabajadores sociales y otros especialistas.
El Teléfono de la Esperanza es miembro de pleno derecho de IFOTES (Federación Internacional de Ayuda de Emergencia por Teléfono) y de IASP (Asociación Internacional de Prevención del Suicidio) y, a través de éstas, está vinculada formalmente con la OMS. En España, es miembro fundador de la Plataforma del Voluntariado.
Con la inicio del servicio en Santander este mismo año, el Teléfono de la Esperanza ya está presente en España con al menos una sede en 26 provincias:España
902 500 002
Ciudad
Teléfono
Albacete
967 52 34 34
Alicante
96 513 11 22
Almería
950 26 99 99
Badajoz
924 22 29 40
Cáceres
927 62 70 00
Castellón
964 22 70 93
Granada
958 26 15 16
Huelva
959 28 15 15
Jaén
953 26 09 31
Las Palmas de Gran Canaria
928 33 40 50
León
987 87 60 06
Logroño
941 49 06 06
Madrid
91 459 00 50
Málaga
95 226 15 00
Murcia
968 34 34 00
Oviedo
985 22 55 40
Palma de Mallorca
971 46 11 12
Pamplona
948 23 70 58
Salamanca
923 22 11 11
Santander
942 36 37 45
Santiago de Compostela
981 51 92 00
Sevilla
95 457 68 00
Toledo
925 23 95 25
Valencia
96 391 60 06
Valladolid
983 30 70 77
Zaragoza
976 23 28 28
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