jueves, 2 de junio de 2011

Testimonio emocionante de una orientadora del T.E. de León: "Saldré adelante cueste lo que cueste"

 Foto de Testimonio emocionante de una orientadora del T.E. de León: "Saldré adelante cueste lo que cueste" "UN ANTES Y UN DESPUES" . Testimonio sangrante de una orientadora del T.E. de León
A veces nos tiene que parar la vida para que realmente valoremos las pequeñas cosas,! y no digamos las grandes!..
A mi un día me paró y me hizo una serie de advertencias. Yo corría, iba, venía, programaba el futuro, y mi mente corría mas que el tiempo, y mira que éste corre. Pero un buen día me paró y vaya que si me paró.
Me diagnosticaron una enfermedad crónica. Yo encima, como acostumbro a ver la botella medio llena me alegré porque era "una colitis ulcerosa crónica" y no un cáncer.Y era para alegrarse. Pero antes de cumplir el año del diagnóstico, me dió un brote rebelde y malo, y cuando los médicos pensaban en una semana de hospitalización y tratamiento, y para casa, se convirtió en cuarenta y seis dias de internamiento, pasar por quirófano, muy, muy deteriorada y como último recurso salir sin colón y con una bolsa en el lateral derecho debido a una "ileostomía". Pero me volví a sentir contenta con mi bolsa y sin colon,"yo Vivía!.
Después vendrían otras dos operaciones, una para hacerme "un reservorio", dicho vulgarmente un colon artificial a partir del intestino delgado. La tercera operación cerrar la "ileostomia" es decir quitarme la bolsa.Todo esto en tres años y ocho meses. Lo peor venía una vez quitada la bolsa, mi intestino estaba medio atrofiado y no respondía bien.
Pasé cinco meses de experimentos, siendo internada cada dos por tres, muy deteriorada y con mucho sufrimiento, tambien a nivel psíquico, pues algunas de las personas cercanas me desanimaban diciendo "!Si no te hubieras quitado la bolsa!"...A esto yo respondía "saldré adelante como siempre cueste lo que cueste".
Y asi fué. Hace cuatro años y ocho meses que estoy sin bolsa y después de los primeros cinco meses malos empecé a mejorar.
Desde entonces hago una vida normal, me siento contenta, he aprendido a valorar lo que supone caminar, ser autosuficiente, ya que dependí de ayuda para muchas necesidades.
VIVO con mas ganas de disfrutar, de ser féliz y contagiar mi felicidad.
Todo este crecimiento y valoración se lo debo a la enfermedad y al Teléfono de la Esperanza que me ha ayudado a crecer a partir de las dificultades.
R.A.G.
Gracias por compartir con todos nosotros tu experiencia.

No hay comentarios: