jueves, 8 de diciembre de 2011

«Nuestro teléfono es un termómetro que mide la salud emocional de la sociedad»

El Norte de Castilla PALENCIA

28.11.11 - 00:44 -

P. R. | PALENCIA.

La organización funciona en 25 provincias y en la actualidad prepara la apertura de cuatro centros más

Teófilo Martínez Delegado internacional para la apertura de nuevos centros

«Nuestro teléfono es un termómetro que mide la salud emocional de la sociedad»

«No damos consejos diciendo lo que cada uno debe hacer. Solo acompañamos en las decisiones que tomen»

«En los últimos dos años, la crisis protagoniza más del 30% de las llamadas que se reciben»

«Hay un gran estrés, un nivel de ansiedad muy alto, en la sociedad actual»

Teófilo Martínez es el delegado de la Asociación Internacional Teléfono de la Esperanza para la apertura de nuevos centros. Acaba de impartir en Palencia un curso de crecimiento personal a una veintena de voluntarios que dentro de unos meses pondrán en marcha el servicio telefónico en Palencia. Esta organización no gubernamental, que está a punto de cumplir los cuarenta años de su implantación en España, tiene centros en 25 provincias. En los próximos meses tiene previsto abrir cuatro nuevos, uno de ellos estará en Palencia.

-¿Qué requisitos se necesitan para formar parte del equipo de voluntarios ya atender el Teléfono de la Esperanza?

-Lo principal es tener ganas de aprender. Para ayudar a los demás valemos todos, porque es algo que forma parte de la naturaleza del ser humano. Pero no vale solo esa voluntad, es necesaria la formación. Lo fundamental es, de esta forma, tener ganas de formarse.

-¿Qué es lo primero que les enseñan en ese proceso de formación?

-Lo primero es aprender a escuchar, es fundamental. Aunque a primera vista pueda parecer muy fácil, no lo es. Lo normal es oír, pero escuchar significa ponerse en la piel del otro, empatizar con él y con lo que te está contando. A veces cuando escuchamos a los demás podremos encontrar cuestiones que nos obstaculizan, conflictos, problemas, otra forma de pensar... Nosotros enseñamos a escuchar sin ningún filtro, sin obstáculos.

-¿Les cuesta encontrar voluntarios?

-No es difícil encontrar a gente que colabore desinteresadamente, pero a veces nos cuesta más que entiendan que tienen que dedicar un tiempo a la formación. Les hacemos entender que la sociedad es compleja, con problemas que no son de fácil resolución, y eso exige formación.

-¿Qué tipo de consejos dan a las personas que les llaman?

-Nosotros no damos consejos paternales diciendo lo que cada uno tiene que hacer. Cada uno tiene que ser el protagonista de sus decisiones, y nosotros, desde el Teléfono de la Esperanza, lo único que hacemos es acompañar. Cada persona tiene su capacidad de decisión, y lo que nosotros hacemos es sacarlo. Funcionamos, sobre todo, escuchando.

-¿Qué tipo de personas llaman al Teléfono de la Esperanza?

-En los cuarenta años que lleva funcionando, han llamado más de cuatro millones de personas. El Teléfono de la Esperanza es un termómetro para medir la salud emocional de la sociedad. Hace veinte años, había muchas llamadas relacionadas con las drogas, que ahora se han reducido. Hoy en día, hay otro perfil, aunque también hay muchas adiciones como Internet, el juego o la anorexia. Además, siempre se mantienen las llamadas por soledad, depresión, malos tratos... En los últimos dos años, la crisis económica protagoniza más del 30% de las llamadas. Son personas directamente afectadas o que, sin estarlo, son muy sensibles y viven la incertidumbre derivada de la crisis con más ansiedad.

-Los políticos no hablan de esos efectos de la desaceleración económica...

-Notamos que hay un gran estrés en la sociedad, un nivel de ansiedad muy alto. Son los efectos colaterales de la crisis económica, esos de los que no se habla.

No hay comentarios: