Los Trenes pasan
una vez en la vida,
pero hay trenes,
que se quedan,
esperan,
a que el pasajero
suba,
pero el viajero
duda,
se lo piensa,
y parado
e inmóvil,
mira al tren
inmóvil
y parado,
esperando
iniciar la marcha.
Al iniciar la marcha,
el pasajero
se lamenta
de otra oportunidad
perdida,
remordimiento
de sus dudas,
y duda
de si habrá otro
TREN.
Miguelón
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