¿Quién no tiene el deseo de crecer como persona? El problema es que con frecuencia nos dedicamos a manejar conceptos en vez de tomar conciencia de quienes somos realmente. Así nos identificamos a nosotros mismos con la idea; pero nosotros no somos la idea. Podríamos observarnos con más frecuencia, ponernos en contacto con nosotros mismos y entender que no somos lo que pensamos de nosotros mismos, sino la manera que tenemos de relacionarnos con la vida.
Hola,Fernando,como siempre tus puntualizaciones dan en el clavo.He estado unos días alejado del Blog y cuando vuelvo me reencuentro con amigos que han seguido dando vida a esto con sus aportaciones.La verdad es que es un estímulo vuestra presencia y vuestras lúcidas reflexiones.Gracias.
"Señor, que me conozca a mi, que te conozca a Tí" (San Agustin). Y es del siglo III. Los que recordéis algo de filosofía me podrías contar que seguro que tenía ya bases griegas mucho más antiguas.
4 comentarios:
¿Quién no tiene el deseo de crecer como persona? El problema es que con frecuencia nos dedicamos a manejar conceptos en vez de tomar conciencia de quienes somos realmente. Así nos identificamos a nosotros mismos con la idea; pero nosotros no somos la idea. Podríamos observarnos con más frecuencia, ponernos en contacto con nosotros mismos y entender que no somos lo que pensamos de nosotros mismos, sino la manera que tenemos de relacionarnos con la vida.
Hola,Fernando,como siempre tus puntualizaciones dan en el clavo.He estado unos días alejado del Blog y cuando vuelvo me reencuentro con amigos que han seguido dando vida a esto con sus aportaciones.La verdad es que es un estímulo vuestra presencia y vuestras lúcidas reflexiones.Gracias.
"Señor, que me conozca a mi, que te conozca a Tí" (San Agustin). Y es del siglo III. Los que recordéis algo de filosofía me podrías contar que seguro que tenía ya bases griegas mucho más antiguas.
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