viernes, 28 de junio de 2013

¿QUÉ ES LA LIBERTAD?

EL RINCON DEL PSIQUIATRA

Vieja negrilla, Plaza Santo Domingo, León

Lo que no es

La libertad no consiste en oponerse o rebe¬larse. No es más libre el que siempre hace, en todo momento lo que quiere, o el que impone siempre su voluntad o su deseo. En todo caso eso sería "la libertad de los débiles” o la "libertad de los dictadores", que viene a ser lo mismo.

A veces, la libertad se confunde con una ac¬titud opositora generalizada y no razonada. Como si estar en contra fuera sinónimo de personalidad y de autenticidad (!).

Lo que es

Según Fromm, ser libre psicológicamente es ser consecuente con nuestro propio yo, para desarrollar al máximo sus partes positivas y corregir las negativas. Por es¬to, una persona será más libre cuanto mejor se conozca. Es decir, sea consciente de sus posibilidades y también de sus límites. A mayor represión y desconocimiento de nosotros mismos, mayor esclavitud y dependencia de los otros y de nuestras partes más regresivas: el odio, la agresividad, la envidia, etc.

La libertad, en definitiva, es una posición de apertura hacia el crecimiento psicológico y a aceptar lo más nuclear de nosotros mismos, como digno de amor y apre-cio.

La libertad entre el libertinaje y la dependencia

El libertinaje ( entendido como ausencia de reglas y principios)y la dependencia ( entendida como sumisión a unos patrones de conducta) son los dos márgenes por los que discurre la auténtica libertad. El libertinaje es la libertad llevada a sus últimas consecuencias. Es romper el molde y pervertir la auténtica experiencia de libertad. No importan las normas ni las reglas, solamente importa la satisfacción del deseo aquí y ahora. Como claro exponente de esta situación, se encuentra el adolescente, que pretende autoafirmarse a través de hacer, decir y actuar, sin tener en cuenta al otro, y pensando solamente en sí mismo. Es como una "sobresaturación" de libertad.

En el otro extremo, está el fenómeno de la dependencia. Desde la sumisión salvaje a unas ideologías, sin reflexión ni elaboración, hasta la esclavitud a unos mitos familiares, que impiden un adecuado desarrollo de las propias capacidades. El dependiente renuncia a su capacidad de decidir, por la angustia que produce la posibilidad del fracaso. Efectivamente nunca "fracasa" ( los fracasos son de los otros: madre, esposa, jefe, etc.) pero tampoco puede saborear las mieles del éxito y del acierto. Es el "miedo a la libertad", que tan brillantemente supo describir E. Fromm.

Alejandro Rocamora Bonilla

Psiquiatra

No hay comentarios: