lunes, 1 de abril de 2013

Presentado oficialmente en Cantabria el Teléfono de la Esperanza

 

Foto de Presentado oficialmente en Cantabria el Teléfono de la Esperanza

El alcalde y la concejala de Asuntos Sociales de Castro Urdiales, el concejal de Acción Social de Santander, la vicedirectora de Acción Social de Cantabria y otras autoridades de la Comunidad apoyaron con su presencia el acto inaugural.
El jueves 21 de marzo tuvo lugar la presentación oficial del Teléfono de la Esperanza de Cantabria, que ya lleva funcionando dos años en Castro Urdiales y Santander realizando diversas actividades de formación del voluntario y programas de promoción de la salud emocional. El Salón de Actos de Caja Cantabria acogió la presentación que fue apadrinada por Antonio Gómez, concejal de Acción Social del Ayuntamiento de Santander; Iván González, alcalde de Castro Urdiales; Guadalupe Liendo, concejala de Asuntos Sociales de Castro Urdiales; Isabel Pérez, vicedirectora de Acción Social de la Comunidad de Cantabria; Cristina Pereda, parlamentaria de la Comunidad Autónoma. Por parte de la ONG estuvieron presentes Juan Sánchez Porras, presidente del Teléfono de la Esperanza; y Mª José Macho, delegada en Cantabria.

Las autoridades asistentes al acto expresaron su simpatía por las actividades que lleva a cabo el Teléfono de la Esperanza y pusieron de manifiesto su compromiso para colaborar.

El presidente del Teléfono de la Esperanza agradeció la presencia de las autoridades y su firme respaldo institucional. Asimismo, animó a los voluntarios de Cantabria a seguir con su compromiso con los demás en estos difíciles momentos para toda la sociedad. “Enhorabuena por vuestro esfuerzo generoso que cada día contribuye al bienestar personal de cuantos se acercan a nosotros en demanda de ayuda. Queremos ser, en esta incomparable ciudad marinera, una humilde embarcación que acoja y lleve a tierra firme a quienes, zarandeados por los vendavales de la soledad, el sufrimiento o la crisis, lleguen a ver en nosotros la luz de la esperanza”.

La delegada de Cantabria del Teléfono de la Esperanza animó a todas las personas a sumarse a este proyecto, que ya es una realidad en nuestra Comunidad. “Ayudar a los demás siempre redunda en el bienestar personal. Muchas de las personas que participan en nuestras actividades, que hacen nuestros cursos, que colaboran como voluntarios, nos dicen que en su vida ha habido un antes y un después”.

El acto se cerró con la intervención de Daniel López García, psicólogo y voluntario del Teléfono de la Esperanza de Asturias, quien impartió la conferencia “El poder de la actitud”.

Fundado en 1971 en España, el Teléfono de la Esperanza es una ONG aconfesional y apolítica que ofrece un servicio telefónico y presencial de ayuda. Su objetivo es abordar de forma urgente, gratuita, anónima y especializada las crisis emocionales. En nuestra Comunidad Autónoma este número telefónico de ayuda es el 942 36 37 45. El Teléfono de la Esperanza funciona las 24 horas del día, durante los 365 días del año, y está atendido por voluntarios especializados en la escucha y formados para activar las capacidades de las propias personas para superar sus problemas.
Por otra parte, siendo conscientes de la importancia de la prevención, el Teléfono de la Esperanza ha creado unas “redes de ayuda preventiva” que promuevan el cuidado de la salud emocional a través de cursos, talleres, grupos de formación y autoayuda, seminarios, conferencias… y que fomenten en las personas una relación satisfactoria consigo mismas y con las que les rodean.
El Teléfono de la Esperanza es miembro fundador de la Plataforma del Voluntariado de España y también es miembro de IFOTES (Federación Internacional de Servicios Telefónicos de Ayuda de Emergencia) y de IASP (Asociación Internacional de Prevención del Suicidio) y, a través de éstas, está vinculado formalmente con la OMS (Organización Mundial de la Salud).
El Teléfono de la Esperanza está presente en 30 provincias españolas, en Portugal y en 13 países de Latinoamérica. También está funcionando en Suiza y en Reino Unido como recurso de ayuda para el numeroso colectivo de hispano-lusohablantes.

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