“Cualquiera que esté acostumbrado a menospreciar la vida de cualquier ser viviente, está en peligro de menospreciar también la vida humana” Dr. Albert Schweitzer, Premio Nobel de la Paz en 1952.
Un estudio publicado por la Humane Society of the United States reveló que existe una conexión entre el maltrato animal y la violencia criminal. En este documento (First Strike: The Violence Connection) se recogen las conclusiones basadas en varios estudios que muestran que la mayoría de personas arrestadas por abuso de animales en EE.UU tenían antecedentes de violencia sobre víctimas humanas. En sentido opuesto, el 45% de los asesinos condenados admitieron haber torturado animales durante su adolescencia. También se detectó que la crueldad ejercida sobre animales era un antecedente común en jóvenes responsables de ataques armados en escuelas. Así, las conclusiones del estudio permitieron que organizaciones educativas, psicológicas y de prevención de la delincuencia hayan comenzado a considerar a los niños que maltratan a animales como jóvenes de riesgo y, por tanto, como personas potencialmente propensas a cometer actos de violencia y delincuencia. Por otro lado, y según el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales de la APA (American Psychiatric Association) “el trastorno de conducta (caracterizado entre otros síntomas por crueldad hacia animales y/o humanos) y la violencia hacia los animales podría tener un valor predictivo de violencia hacia humanos (ya sea como malos tratos domésticos hacia el cónyuge, la mascota, los hijos, asesinatos en serie, etc.)”.
Otro estudio realizado por el Departamento de Policía de la ciudad de Chicago, señalaba una tendencia alarmante en los delincuentes acusados de delitos contra animales de cometer otros delitos violentos hacia víctimas humanas siendo, por ejemplo, el 65% de los detenidos por delitos de animales, arrestados también por agresiones contra personas. En otros estudios comparativos se ha visto una mayor incidencia de antecedentes de abuso a animales siendo niños, en presidiarios por crímenes violentos que en grupos de hombres no violentos no encarcelados[1]. Se encontraron también antecedentes de crueldad animal en exhibicionistas (30%), acosadores sexuales (36%), acosadores sexuales encarcelados (46%), violadores convictos (48%) y asesinos adultos (58%)[2].
¿CÓMO SE RELACIONA EL MALTRATO ANIMAL CON LA VIOLENCIA DE GÉNERO?
El abuso hacia animales domésticos es uno de los cuatro elementos de predicción de la violencia de género. Esta conducta es usada por los abusadores para manipular y controlar a sus víctimas humanas (sus parejas) a través de la amenaza o la violencia real contra sus mascotas. Los investigadores han encontrado de hecho que entre el 71% y el 83% de las mujeres que entran en refugios para víctimas de la violencia doméstica, habían reportado previamente que sus parejas habían abusado (o incluso asesinado) a sus mascotas. Este campo ha sido ampliamente estudiado por la Dra. Núria Querol y Viñas, especialista en el Estudio de la Violencia hacia Humanos y otros Animales, y la Fundación GEVHA. La Dra. Querol insiste en sus ponencias en la importancia de educar en la empatía para luchar contra los malos tratos, y nos invita a actuar con nuestro entorno para combatir todos los tipos de violencia, la evidente y también la“socialmente aceptada”.
¿PUEDE ENTONCES INDICAR EL MALTRATO ANIMAL UNA POTENCIAL VIOLENCIA HACIA LAS PERSONAS?
Indudablemente. Los actos de crueldad hacia los animales están vinculados a una gran variedad de delitos: la violencia contra las personas, los delitos contra la propiedad, delitos de drogas, delitos de conducta desordenada o incívica, delitos de tenencia y uso de armas, etc.
El abuso hacia los animales no es simplemente un “rasgo más” en la personalidad del individuo, sino un gran síntoma de desorden mental. Las investigaciones realizadas por psicólogos y criminólogos en todo el mundo demuestran que los individuos que cometen este tipo de abusos con los animales no se detienen allí y muchos de ellos continúan con sus congéneres humanos. La recogida de datos, la presentación de informes por parte de los organismos competentes de regulación, la investigación y el enjuiciamiento de la crueldad hacia los animales puede ayudar a prevenir la violencia en otras manifestaciones. La policía sabe, por ejemplo, que en los hogares donde el maltrato animal es un problema, éste a menudo convive con otros conflictos (como la violencia de género o los abusos a otros miembros de la familia). De este modo, la detección temprana de los problemas de violencia familiar no es sólo supone la prevención del maltrato animal sino también infantil y reduce las probabilidades de que los niños sean testigos y/o víctimas de abusos y, a su vez, de manifestar futuras conductas criminales como consecuencia durante su juventud.
Las conclusiones acerca de la conexión entre el maltrato animal y la violencia criminal nos dicen que es necesario crear un espacio para un nuevo enfoque en cuanto a la prevención, instando a las autoridades a realizar un mayor esfuerzo es su control y penalización. Tal y como aportan algunos expertos:
"No todo individuo que haya maltratado a animales acabará siendo un asesino en serie, pero casi todos los asesinos en serie cometieron actos de crueldad con animales", Dr. Randall Lockwood, psicólogo y vicepresidente de la ASPCA (American Society for the Prevention of Cruelty to Animals).
"La crueldad hacia los animales no es una válvula de escape inofensiva en un individuo sano, es una señal de alarma", Allen Brantley, Supervisor y Agente Especial del FBI.
Fuente: http://troceandolarealidad.org/es/link-la-inseparable-relacion-entre-la-crueldad-animal-y-la-violencia-humana/
No hay comentarios:
Publicar un comentario